Alrededor de una taza de café: mis comienzos.

Todavía recuerdo aquel día, yo tenía unos 17 años y nunca me había planteado probar el café; de hecho no bebía ni Coca-cola, ni nada que no fuera agua... me sentía orgulloso de no haber probado ni el vino, ni las bebidas con gas... ni el café.
Pero había llegado el dia, y yo no lo sabía.
Estabamos en Fin de Año y yo era de los que no probaban ni el champán, solo agua, siempre me ofrecían tanto mis padres, como abuelos o tios, y me decían que por un poquito no iba a pasar nada. Yo no es que tuviera miedo de que me pasara algo, pero era un deportista, y como tal llevaba una vida sana...que tiempos aquellos...como cambian las cosas...que no digo que para mal eh!
El caso es que ese día vi como la gente de la mesa disfrutaba de una buena botella de vino, compartiendola, hablando de ella... y lo mismo pasaba con el café, asi que cuando llegamos al postre dije:

-Mama a mi también pomme taza para el cafe.
Silencio.
-¿Estas de broma alejandro?

Mi expresión de la cara dio a entender que estaba hablando en serio y a los 2 minutos vi como una tacita de cafe se posaba delante mia, era marron, sin mariconadas, y con platito a juego.
Di mi primer sorbo, y sabía a rayos, sin embargo ya no había vuelta atras, aunque yo no lo sabía.
Pasaron dos años, al pricipio tomaba solo de vez en cuando, ya que tampoco es que le encontrara la gracia, pero a medida que bebía más iba afinando mi paladar y mas disfrutaba de los matices...poco a poco fui aprendiendo a beber café, y ahora entiendo que a la gente que dice que no le gusta el café realmente lo que le pasa es que no sabe beber cafe. Y esto pasa también con el vino.

Llegado a este punto debéis de saber que pretendo seguir hablando del café en futuros posts, mas profundamente, con el fin de que algunos de vosotros aprendais a disfrutarlo como yo lo hago.